A punto de dar el pistoletazo de salida a las Fallas, y los artistas falleros ya se afanan para dar sus últimos retoques y terminar sus últimos monumentos que en breve invadirán la ciudad de Valencia.
Así lo hemos visto en nuestra visita a la ciudad fallera, una visita entrañable y que te acerca mucho más a estas fiestas, las Fallas, y en las que pudimos ver como de un placa de corcho nace un espectacular muñeco, que como siempre, dará pena quemar.
Algunos de los artistas falleros se encuentran en la Ciudad Fallera, situada a las afueras de Valencia, cerca de Burjassot, fue La ciudad Fallera el primer polígono artesanal de Europa en 1967. Un polígono artesanal en el que cada vez son menos artesanos afaenados en su trabajo de artista fallero y es que pocas son las empresas que llegan hasta la tercera generación, a pesar de ser un trabajo con más de 100 años de antigüedad, y es que las fallas datan desde el siglo XIX.
En sus comienzos, nuestros muñecos fueron la madera, poco a poco han ido desarrollándose y en la actualidad casi todas las fallas son de poliespan, o lo que más común conocemos como corcho. Un corcho, que después de horas y horas de trabajo se convierten en esa pequeña bailarina, en una ratita presumida, e incluso en algún que otro político, pero todos ellos arderán en llamas el 19 de marzo, salvo que se le convierta en el “ninot indultat”.
La Ciudad Fallera puede visitarse durante todo el año y donde encontraremos talleres como el de Manuel Algarra, Ximo Esteve o Desvis Creaciones. Por sus calles veremos muñecos que se secan al sol antes de recibir sus siguientes capas de pintura y donde podremos admirar el trabajo de estos artesanos falleros.
Una visita, que sin necesidad de ser guiada, es perfecta para disfrutar con los más pequeños, pues ellos mismos podrán ver el antes y el después de una falla, pero sobretodo la gran labor de estos artesanos ya olvidados, que todos los años son admirados por su trabajo, por miles de valencianos y turistas que visitan la ciudad de Valencia.